Uno de los servicios que ofrezco y con el que disfruto muchísimo es el de formación en igualdad de género y dentro de la formación que imparto, la presencial sigue siendo mi preferida. Esa conexión que se crea en las sesiones presenciales es extraordinaria.
Trabajo mucho en los centros educativos con alumnado de todas las etapas escolares pero esta semana terminé una formación que me hizo mucha ilusión, en la que me encontré personas estupendas y en el que se generó un debate súper interesante y enriquecedor acerca de la realidad en la que vivimos y de la cual muchas veces no somos realmente conscientes.
Este taller de formación en igualdad de género estaba orientado a profesores y profesoras de un centro educativo de secundaria. Siempre que me proponen trabajar con profesorado me lanzo casi sin pensarlo porque creo que es un colectivo con el que es muy importante y esencial trabajar contenidos de igualdad de oportunidades y prevención de violencia de género.
Formación en igualdad de género en centros educativos
Sabemos que la escuela es uno de los principales agentes de socialización diferencial, pero muchas veces no somos conscientes de que la escuela no es un ámbito o un espacio neutro. Las personas que forman parte de la comunidad educativa también están influenciadas por esa socialización diferencial y en la mayoría de los casos también han interiorizado actitudes, valores o comportamientos propios de la sociedad en la que han crecido.
Las personas que trabajan en el ámbito de la enseñanza son prescriptoras de conocimiento a nuestros/as hijos e hijas, por eso es tan necesario que sus argumentaciones y comportamientos sean lo más igualitarios posibles para que no ayuden a perpetuar las discriminaciones y las desigualdades entre su alumnado.
Cuando trabajamos con el profesorado en todos estos aspectos relacionados con la formación en igualdad de género, casi siempre se abren debates muy interesantes sobre la realidad en la que vivimos, es decir la sociedad patriarcal y cómo esta nos afecta a cada uno/a de nosotros/as.
7 aspectos que siempre me sorprenden en los talleres de igualdad de género
Cuando imparto un taller de formación en igualdad de género, sin importar el ámbito o el sector en el que me encuentre, siempre hay una serie de aspectos que aparecen. Estos son sólo algunos de los más habituales:
- Me sorprende a menudo cómo aún hay conceptos básicos que no están claros, se tergiversan y se desvirtúan. Muchas veces damos por hecho que todos conocemos los significados de términos que se utilizan mucho en nuestro día a día y especialmente en los medios de comunicación, pero la realidad nos dice que esto no es así. Es un clásico en estos talleres, el debate sobre la diferencia entre feminismo y machismo.
- No dejo de confirmar el hecho de que aún muchas mujeres tienen interiorizadas muchas de las desigualdades y discriminaciones. Se asumen cómo propias, algo natural por ser mujer y no se hace una reflexión más profunda. Alguna participante en el mismo momento en que lo está diciendo en alto durante el taller de formación, toma consciencia de esa desigualdad y de que le afecta a ella.
- Me sorprende que muchas mujeres siguen pensando que esto es ajeno a ellas.
- Me sorprende que muchos hombres siguen pensando que esto es ajeno a ellos.
- Pero me alegra y me confirma que estamos en el buen camino cuando también muchos hombres reclaman una nueva masculinidad, otra forma de ser hombre y de demostrarlo.
- Me motiva que podamos debatir, argumentar, ver las cosas con nuevos ojos, cuestionarnos.
- Me llena de esperanza en el futuro, que haya profesionales tan comprometidos con el aprendizaje en igualdad de oportunidades y lo quieran llevar a su práctica profesional.
Hacer consciente al profesorado
Generar consciencia en las personas es la parte más gratificante de mi trabajo y uno de mis objetivos principales como profesional. Hacer conscientes a las personas que acuden a la formación de la importancia que tiene el sistema patriarcal y la socialización diferencial de género en quienes somos, en cómo nos comportamos, nos sentimos, en nuestras actitudes, en nuestras creencias… Todos los mandatos de género que están invisibles a nuestros ojos y que asumimos como propios…
Tener la oportunidad de aclarar, argumentar y muchas veces debatir sobre conceptos básicos pero fundamentales a la hora de entender cómo el sistema sigue promoviendo discriminación, desigualdad y violencia desde la más absoluta normalización es simplemente estupendo y más con un colectivo que es fundamental en el traspaso de conocimiento de las nuevas generaciones.
Desaprender lo aprendido desde una/o misma/o
Diferencia entre feminismo y machismo, el sistema patriarcal y su visión androcéntrica, la socialización diferencial de género, el sistema sexo/género, los estereotipos y los roles de género, la violencia de género, sus mitos, sus causas, sus consecuencias, cómo prevenirla, las nuevas maneras de ejercerla… y cómo todo esto y más se vive desde la individualidad, desde uno mismo y una misma. Cómo lo hemos interiorizado, qué significa, cómo me posiciono en el mundo desde ahí, cómo me relaciono con mi entorno, conmigo mismo/a y en este caso con mi alumnado.
Trabajo siempre desde esta doble perspectiva: para generar cambio y verdadera consciencia y conciencia es necesario trabajar para desaprender lo aprendido desde una/o misma/o, es fundamental entender, es necesario observarnos para comprendernos y comprender la realidad en la que vivimos.
Una vez creas consciencia sobre ti mismo/a es cuando observar lo externo, la sociedad, el sistema como está concebido y te capacitas para “ver la vida con las gafas de color violeta” como dice Gemma Lienas.
Personas en definitiva que creen en que otra sociedad es posible, que el cambio es necesario y urgente y no como un slogan sino como un esfuerzo, un hábito y una práctica diaria que implementemos a nivel personal y profesional.