Como Socióloga, en el 2005, empecé a trabajar de agente de igualdad en una administración pública local, del aprendizaje laboral surgió un cambio personal, descubriendo una nueva forma de ver e interpretar la realidad política y social de las mujeres.
Lo que empezó siendo un trabajo se convirtió en una convicción personal.
El feminismo se ha convertido en mi herramienta personal y laboral para apostar por la igualdad de derechos y oportunidades entre mujeres y hombres que logre una sociedad libre de violencias machistas y con absoluta justicia de género.